Caterina Albert i Paradís

España, 1869 – 1966.

Autora liberada. Para adoptarla, consulta este enlace.

Imagen: Wikipedia

Biografía

Caterina Albert es la escritora catalana más importante de finales de siglo XIX. Muchas de las autoras catalanas que han surgido a lo largo del siglo XX la mencionan como referente, por su coraje y su talento. Dada la temática de sus obras, a menudo muy truculentas, tuvo que esconder su verdadero género tras un seudónimo masculino: Víctor Català. A pesar de ello, en los círculos literarios se conocía su verdadera identidad, y fue miembro de la Academia de la Lengua Catalana y la Academia de Buenas Letras de Barcelona. Contaba con un gran número de amigos literarios, con los que a menudo se relacionaba mediante cartas, siendo muchos de ellos grandes personalidades literarias de la época. Hoy en día todavía es muy querida en L’Escala, el pueblo en el que vivió toda su vida, y podemos encontrar allí una ruta que nos muestra espacios importantes en su vida.

Idioma

Catalán.

Géneros literarios

Novela, drama rural.

Premios

• Premio Fastenrath 1909 por su novela Solitud.

Obras destacadas

• La infanticida (1989).
• Drames Rurals (1902).
• Ombrívoles (1904).
• Solitud (1905).
• La mare Balena (1920).
• Un film (3.000 metres) (1926).
• Marines (1928).
• Mosaic (1946).
• Vida mòlta (1950).
• Jubileu (1951).

Enlaces de interés

• Página de la Wikipedia.
• Recursos sobre la autora (en catalán).
• Entrevista a Caterina Albert.

Adopción

Entradas a cargo de Tatiana (@AlexandriaRaton) en el canal El ratón de Alexandria.

Vídeo 1: Caterina Albert, la mujer tras el seudónimo.

Vídeo 2: La rebeldía del drama rural.

Vídeo 3: Solitud: Autoconstrucción femenina.

Sobre la adoptante…
Tatiana es un ratón de biblioteca: para ser exactos, de la biblioteca de Alexandria. Una biblioteca mágica que ha resistido el paso de la historia y sus tiránicos emperadores, que tantas veces intentaron aniquilarla. En sus recónditos pasillos, entre polvo y letras perdidas, el ratón roe libros incansable, procurando que ninguna palabra caiga en el olvido; que ningún libro quede huérfano de lector. Y con ellos viaja a todos los mundos, a todas las historias y a todas las edades. Entre brujas y magos, naves espaciales y salones de té, el ratón pasa sus horas, buscando las historias perfectas para compartir con la humanidad.