¿Quién es Muriel Spark?

Entrada escrita por Jana
y corregida por Anna Martínez

Muriel Spark
Fuente

Muriel Camberg, conocida por su apellido de casada, Spark, fue una de las escritoras británicas más importantes, aunque menos famosas, del siglo XX. Nació en Edimburgo en 1918, hija de un padre judío escocés y de una madre presbiteriana inglesa. Aunque eran de clase obrera, la familia Camberg habitaba en la zona acomodada de Bruntsfield, lo que les obligaba a alquilar una habitación frecuentemente; además, solían tener algún miembro de la familia —la abuela materna, los tíos, los primos— de visita. Siempre con los ojos abiertos de par en par, Spark no tardó en desarrollar su característica capacidad de observación y su pasión por tomar nota de las conductas extrañas y en ocasiones ridículas de la gente que la rodeaba.

A lo largo de su carrera, Muriel Spark publicó poemas, artículos y una veintena de novelas. Protegió su vida privada como pocas celebridades; aunque publicó una autobiografía (Curriculum Vitae, 1992), se trata más bien de una reflexión sobre su escritura con pocos detalles para los curiosos. Sin embargo, su ficción incluye muchos elementos autobiográficos, y no es para menos, ya que Spark vivió más de lo que resulta creíble. A los treinta años ya contaba con un matrimonio y una mudanza a Zimbabue (entonces la colonia inglesa de Rodesia del Sur) que fracasaron estrepitosamente, una huida de vuelta al Reino Unido en barco en plena Segunda Guerra Mundial, una complicada pelea burocrática para conseguir traer a su hijo, un empleo en la oficina de propaganda que consistía en transmitir noticias falsas por radio para minar la moral alemana, algún que otro premio por sus poemas, distintos trabajos como ayudante y secretaria de agentes literarios y editoriales, el puesto de editora de la revista Poetry Review, un espectacular despido de esta y el intento fallido de fundar otra revista. Todo esto antes de empezar su carrera como novelista.

Muriel Spark se convirtió al catolicismo a mediados de siglo y publicó su primera novela, The Comforters, en 1957; es una obra francamente extraña, con una metatextualidad posmoderna que asusta, inspirada por las alucinaciones que sufrió al tomar productos dietéticos que incluían dextroanfetamina. En The Comforters, la protagonista empieza a oír la voz del narrador y el clic clic de una máquina de escribir. Por si esto no fuera suficiente, también hay una trama detectivesca sobre una abuela que trafica con diamantes y otra aún más difícil de clasificar sobre una secta satánica. Aunque The Comforters se vendió bien y le valió cierto reconocimiento, la verdadera fama le llegó en 1961 con The Prime of Miss Jean Brodie (La plenitud de la señorita Brodie, ed. Pre-textos) y su adaptación cinematográfica de 1969, que le valió un Óscar a Maggie Smith.

La prosa de Muriel Spark se caracteriza por su perspicacia, su control narrativo, su exactitud quirúrgica y su tendencia al cachondeo cósmico. El resultado son novelas casi siempre por debajo de las 200 páginas, repletas de saltos temporales y personajes que reflexionan sobre el poder de la creación literaria, donde la forma no está subordinada al contenido. La voz narrativa de Spark toma figuras solitarias, aisladas de los demás debido a un secreto o una culpa, y las convierte en protagonistas; los personajes parecen ser sus títeres, y los mueve sin piedad ni juicio moral alguno hacia situaciones rocambolescas, desde bombardeos donde la máxima preocupación es salvar un vestido en The Girls of Slender Means (1963; Las señoritas de escasos medios, ed. Impedimenta) hasta embaucadores pseudocientíficos que chantajean a las vecinas en A Far Cry from Kensington (1988; Muy lejos de Kensington, ed. Alfaguara).

Muriel Spark se trasladó a Italia a finales de los años sesenta, donde continuó escribiendo. En 1993 se convirtió en dama del Imperio Británico, y murió en Florencia en 2006. En la biografía de 2009, escrita por Martin Stannard, se la describe como «algo así como un monumento en el establishment literario […] subversiva ante las instituciones, exiliada, y un enigma» (xv). Fue una autora tan popular como experimental, cuyas novelas se pueden leer en una tarde y disfrutar con una sonrisa sardónica, pero que con su «ironía estructural» (xviii) muestran cierta distancia avispada ante el mundo. Según Stannard, Muriel Spark consideraba que «comprender la proximidad de la muerte, la brevedad de la vida, y la absurdidad del racionalismo humanista» era «el primer paso para mantener la cordura» (70); y desde luego, sus novelas le dan la razón.

Fuentes

  • Gardiner, Michael y Willy Maley (eds.). The Edinburgh Companion to Muriel Spark. Edinburgh University Press, 2010.
  • Hosmer, Robert Ellis Jr. «Muriel Spark», enThe Cambridge Companion to Scottish Literature, Gerard Carruthers y Liam McIlvanney (eds.). Cambridge University Press, 2013: pp. 203-216.
  • Kawamoto, Reiko. «Crime and Creativity: The Anti-Imagination Novels of Muriel Spark», enHitotsubashi Journal of Arts and Sciences, 2008, 49 (1): pp. 25-35.
  • Little, Judy. Comedy and the Woman Writer: Woolf, Spark, and Feminism. Nebraska University Press, 1983.
  • Obiol, María José. «Muriel Spark, la irónica escritora británica». El País, 22 de abrilde 2006.
  • Stannard, Martin. Muriel Spark: The Biography. Weidenfeld & Nicolson, 2009.
Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s