Entrada escrita por Jessica Marín
y corregida por Melania García

El diario de Frida Kahlo recoge los últimos 10 años de su vida, concretamente el período desde 1944 hasta 1954, y que comenzó a escribir de su puño y letra a los 36. Estuvo sin ver la luz más de 40 años y ha sido publicado en su totalidad: un facsímil de 170 páginas, acompañado de una introducción del escritor mexicano Carlos Fuentes, una transcripción del contenido, necesaria para su lectura, y un ensayo de Sarah M. Lowe sobre la importancia de este documento en la obra de Frida.
No se trata de un diario común, pues es una creación espontánea de desbordante originalidad para leer despacio, desgranar poco a poco y observar cuidadosamente. Está repleto de cartas, poemas, pensamientos, reflexiones, sueños… Además de 70 acuarelas, entre ellas autorretratos, dibujos, cuadros y bocetos; revelaciones absolutas no sólo de la personalidad de su autora, sino también de su vida, su visión del mundo, sus deseos, miedos, anhelos y tristezas.
Sus páginas son un reflejo de dolor y de placer, las expresiones más íntimas de sus sentimientos: desde las ganas de vivir más puras hasta el sufrimiento, la angustia y la desesperación provocadas por su relación con Diego Rivera, sus problemas de salud y su deterioro físico; su preocupación por la muerte, la imposibilidad de ser madre, la obsesión por su marido, los acontecimientos políticos de la época, la muerte de su amiga Chabela Villaseñor, las alusiones a la cultura mexicana, la vida e incluso una amiga imaginaria, cuando era pequeña, son algunos de los aspectos recogidos en este peculiar manuscrito.
En él hace pocas referencias cronológicas. Son muy escasas las fechas recogidas y está lleno de garabatos y tachaduras, por lo que se puede deducir que la estética del mismo no era tan importante para la autora como su contenido, seguramente porque no estaba prevista su publicación. Lo escribió para ella: fue su forma de escapar, su terapia.
También fueron numerosas las páginas arrancadas. Se cree que Frida regalaba sus dibujos o puede que esas páginas que faltan estuviesen colmadas de demasiado sufrimiento e incluso que pudieron ser retiradas antes de que saliera a la luz el diario, tal vez para proteger el honor de la pintora o la intimidad de alguien, por lo que en ellas expresaba.
El diario de Kahlo o sigue ninguna lógica ni ninguna estructura. Algunos pasajes fueron escritos en otro momento y pegados más tarde, a veces su lenguaje resulta pueril, incluso contiene fragmentos que quizás solo ella pudo entender.
Creo que es importante conocer esta creación tan personal de Kahlo para comprender aun mejor, a través de su experiencia vital, el significado de sus obras. Ha sido un auténtico placer leerlo, pues no deja de fascinarme la personalidad de mi adoptada y cómo pudo vivir una vida tan desdichada con tanta pasión.
Fuente: Kahlo Frida, El Diario de Frida Kahlo. Un íntimo autorretrato, RM VERLAG, 2006.